¿Qué pasa con la formación de talleres?
Los talleres de motocicletas, como cualquier otro negocio, se han visto obligados a evolucionar muchísimo en los últimos años debido a tecnologías aplicadas a las motocicletas pero sin recibir la formación para talleres adecuada.
Y es que desde principio de siglo las motocicletas se han visto inmersas en un aluvión de mejoras: incorporación de inyección electrónica, uso de softwares de diseño mejorando tanto las prestaciones como reduciendo su peso, uso de electrónica para gestionar la entrega de potencia, uso de ayudas en la conducción…. Y la cosa no para ahí. La IA llega para quedarse, y dejando de lado los discursos catastróficos, será de gran ayuda para los usuarios de las motocicletas.
¿Pero cómo ha gestionado un taller todos estos cambios?
Si perteneces a una red de talleres de una marca, éstas mismas lo han gestionado por ti. Te han obligado a hacerte con utillaje, herramientas, usar un ordenador como una 10-11 y usar ciertos softwares específicos. Todo de carácter obligatorio. Y la formación, claro. Porque todo esto sin una formación para el taller adecuada, su mantenimiento, reparación y ajuste no sirve de nada.
Pero ¿Qué ha pasado con los talleres independientes?
Un poco de todo.
Hay quien se ha mantenido al día gracias a una suscripción de SAT de una herramienta de diagnóstico como Berton o Texa, por nombrar algunas.
Hay quien ha ido adquiriendo nuevas herramientas y utillajes en función de las motocicletas de sus clientes (o de las motocicletas que prefiere reparar).
Hay quien no ha hecho nada y aún reniega de los sistemas de inyección electrónica.
Y hay, en un muy pequeño porcentaje, quien ha invertido en formación técnica para el taller a modo de formación continua.
¿Y por qué un pequeño porcentaje?
Es lo que hemos detectado en nuestra academia. Sólo unos cuántos invierten en conocimiento para ellos y/o el de sus trabajadores comprando formación para el taller.
Y no nos referimos a una formación académica como la que se imparten en escuelas como Monlau, EPS o EMA por citar algunas. Esa formación es para “crear” nuevos técnicos de motocicletas.
Nos referimos a formación para talleres ya existentes.
A formación de nuevos conocimientos.
A formación de nuevas técnicas.
A formación que, en definitiva, ayuda a mejorar el negocio.
Y es que muchos técnicos de taller no tienen ganas de continuar formándose después de una larga jornada laboral.
O ya lo saben todo.
O no tienen tiempo.
O creen que no les va a aportar nada nuevo.
Pero, cuando aparece un problema, descuelgan el teléfono y llaman a sus contactos para que les resuelvan el problema. ¿Ha pasado antes? ¿Qué crees que puede ser? ¿Puedes ayudarme?
Y pierden el tiempo intentado dar con alguien que les arroje algo de luz, en lugar de usar ese tiempo en diagnosticar y reparar.
Y a veces la virgen no se aparece, y se invierten horas en intentar resolver el problema, cuando la primera cosa que debes tener, para diagnosticar un problema, es un conocimiento previo del sistema en el que estás trabajando.
FORMACIÓN PARA TALLERES, en resumidas cuentas.
Porque no puedes pretender que ante un mismo síntoma en una moto del 2004 y otra del 2023, el problema sea el mismo. Porque el síntoma no es la avería. Y si no lo sabías, ya lo sabes.
Las cosas buenas de la pandemia
Si, algo bueno hubo durante la pandemia. Y es que aceleró y adelantó el uso masivo de lo digital unos cuantos años. Y algunas cosas volvieron a ser como antes, pero muchas otras no.
Todo el mundo se ha acostumbrado a comprar on-line, cuando antes de la pandemia el porcentaje era menor.
Existe un mayor porcentaje de uso de tarjetas virtuales de pago (a través de smartphones, smartwatches), reduciendo el uso de la moneda tradicional.
Se usan más App’s virtuales de fidelización de clientes en los supermercados, ya son pocos los que usan tarjetas físicas.
Se ha aumentado la comunicación por videollamada, y se ha quedado. ¡Que mejor que verle la cara a tus seres queridos cuando hablas con ellos!
Y ha proliferado la formación para talleres online. Porque tiene muchas más ventajas que inconvenientes.
Te ahorras tiempo y dinero en desplazamientos (combustible, tickets, parking, transbordos…)
Te ahorras tiempo en dietas.
- Puedes estar haciendo otra cosa hasta 1 minutos antes de comenzar.
- Puedes cursarlo en los ratos que te vaya bien o te apetezca.
- Puedes verlo tantas veces como quieras.
- Y, en la mayoría de los casos, puedes preguntar al profesor.
¿Y qué inconvenientes tiene?
Que no puedes tocar, oler, probar las cosas.
Creamos GA Academy en 2019 totalmente convencidos de que podríamos ayudar a un montón de técnicos de taller, y seguimos creyéndolo a pies juntillas.
Nuestros cursos
Después de dar cientos de cursos a cientos de técnicos, hemos detectado donde están las dudas, los puntos débiles, las carencias de conocimiento. Tanto de técnicos de taller oficial como de técnicos de taller independiente.
Y es lo que plasmamos en nuestros cursos online, de una manera clara, directa y sin rodeos, y en un formato video que lo hace todo mucho más ameno.
Porque antes de crear nada, hemos pensado en cómo iba a usarlo un técnico en la vida real.
Y seguramente la clave de todo sea que, debido a su estructura, es muy sencillo volver a consultar algún concepto DURANTE un diagnóstico, ya que todo se encuentra ordenando en el orden en el que se deben hacer las cosas. Paso a paso. Sota, caballo, rey. A barraca.
Y les llamamos cursos, pero quizá deberíamos llamarles herramienta de taller.
Si has llegado leyendo hasta aquí seguramente no seas un técnico de taller de esos que no tienen ganas de formarse después de trabajar.
O de esos que no tienen tiempo.
Y, sobre todo, no serás uno de esos que creen saberlo todo. (¡estos son los que más llaman por teléfono!). Que ya te digo yo, que nadie lo sabe todo y que, generalmente, cuánto más sabes menos crees saber. (‘Sólo sé que no se nada’).
Sólo me queda darte la enhorabuena por ser uno de los otros, de los que quieren formarse para ser mejores profesionales de manera continua.